sábado, 30 de agosto de 2025

TRUMP ATACA A LA INDIA CALIFICANDO EL CONFLICTO EN UCRANIA DE "GUERRA DE MODI" POR SU DESAIRE AL PREMIO NOBEL DE PAZ

 

30 de agosto de 2025

Trump ataca a India calificando el conflicto en Ucrania de "guerra de Modi" por su desaire al Premio Nobel de la Paz

Por: Sorcha Faal

Un nuevo e informativo informe del Consejo de Seguridad (CS), que circula hoy en el Kremlin, señala primero que el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, mantuvo conversaciones ayer con funcionarios ucranianos en la ciudad de Nueva York, calificándolas de "muy productivas y constructivas". A estas conversaciones se sumó la noticia de que "el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó ventas militares a Ucrania por valor de 329,1 millones de dólares el 29 de agosto", seguida del anuncio de la Fuerza Aérea Ucraniana: "Rusia lanzó un ataque con misiles y drones contra varias regiones de Ucrania durante la noche del 30 de agosto... Rusia lanzó 537 drones de ataque y señuelos tipo Shahed contra Ucrania durante la noche, así como ocho misiles balísticos Iskander-M y 37 misiles de crucero".

 Mientras Estados Unidos y sus aliados coloniales occidentales socialistas siguen inundando Ucrania de dinero y armas para mantener el conflicto en marcha, señala este informe, el primer ministro indio, Narendra Modi, se prepara para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente Putin en China. Una reunión entre tres de los cuatro líderes más poderosos del mundo, precedida por la dura crítica del presidente Donald Trump a India con aranceles del 50% por la compra de combustibles fósiles rusos. A continuación, el alto funcionario de la Casa Blanca, Peter Navarro, proclamó de forma inverosímil sobre el conflicto en Ucrania: «Es esencialmente la guerra de Modi porque el camino hacia la paz pasa, en parte, por Nueva Delhi». La flagrante hipocresía del presidente Trump al proclamar el conflicto de Ucrania como la "Guerra de Modi" porque India compra combustibles fósiles rusos, continúa este informe, queda expuesta por la realidad de que China es el mayor comprador de combustibles fósiles rusos y que los aliados estadounidenses, Turquía, la Unión Europea, Corea del Sur y Arabia Saudita en conjunto, compran más combustibles fósiles rusos que India. Ninguno de estos países fue objeto de aranceles ni culpado por el conflicto de Ucrania, y las refinerías indias pagaron los aranceles al aumentar sus compras de petróleo crudo ruso.

En cuanto a por qué el presidente Trump criticó duramente a la mayor democracia del mundo, India, para tomar represalias, este informe detalla que el izquierdista New York Times, en su artículo "El Premio Nobel y una llamada telefónica tensa: Cómo se deshizo la relación Trump-Modi", reveló hoy:

El primer ministro indio, Narendra Modi, estaba perdiendo la paciencia con el presidente Trump.

 El Sr. Trump había estado diciendo —repetidamente, públicamente y con entusiasmo— que había “resuelto” el conflicto militar entre India y Pakistán, una disputa que data de hace más de 75 años y es mucho más profunda y compleja de lo que el Sr. Trump pretendía hacer ver. 

2/ Durante una llamada telefónica el 17 de junio, Trump volvió a sacar el tema a colación, expresando su orgullo por haber puesto fin a la escalada militar. Mencionó que Pakistán lo iba a nominar al Premio Nobel de la Paz, un honor por el que había estado haciendo campaña abiertamente. La indirecta, según personas al tanto de la llamada, fue que Modi debería hacer lo mismo.

El líder indio se irritó. Le dijo a Trump que la intervención de Estados Unidos no tenía nada que ver con el reciente alto el fuego. Este se había acordado directamente entre India y Pakistán.

Trump ignoró en gran medida los comentarios de Modi, pero el desacuerdo —y la negativa de Modi a hablar del Nobel— ha jugado un papel crucial en el deterioro de la relación entre ambos líderes, cuyos estrechos vínculos se remontan al primer mandato de Trump.

 La disputa se ha desarrollado en el contexto de unas negociaciones comerciales de suma importancia para India y Estados Unidos, y las consecuencias podrían acercar a India a sus adversarios estadounidenses en Pekín y Moscú.

Se espera que el Sr. Modi viaje a China este fin de semana, donde se reunirá con el presidente Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin.

 Tras el feroz ataque del presidente Trump al primer ministro Modi por su desaire al Premio Nobel de la Paz, el Wall Street Journal observó: “Los líderes de tres de las cuatro naciones más poderosas del mundo se reunirán en China este fin de semana para debatir cómo reaccionar ante el cambio radical del orden internacional impuesto por la cuarta: Estados Unidos bajo la presidencia de Trump... Visto desde Pekín, el momento para este festival diplomático coreografiado es el más oportuno... Los líderes mundiales acuden en masa a China justo cuando la administración Trump ha frustrado a los aliados y socios de Washington, especialmente en Asia, al imponer fuertes aranceles comerciales mientras busca una apertura hacia Rusia... La impredecible política exterior de Washington también ha alimentado dudas sobre la fiabilidad de los compromisos de seguridad de Estados Unidos en el extranjero”, una observación a la que se sumó Kirill Babaev, director del Instituto de China y Asia Moderna, quien evaluó:

El presidente Vladimir Putin viajará a Pekín esta semana para asistir a las ceremonias que conmemoran el 80.º aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial en el frente asiático.

3/ Para China, la conmemoración es más que un ritual histórico. Representa la culminación de una lucha centenaria contra la dominación extranjera, desde las Guerras del Opio de mediados del siglo XIX hasta la derrota de Japón en 1945. El reconocimiento público de Rusia de esa lucha —y de los sacrificios del pueblo chino— tiene un inmenso peso simbólico para Pekín.

Pero la visita de Putin no es solo un gesto hacia la historia. Es una señal de unidad. Rusia y China presentan al mundo una visión compartida, tanto del pasado como del futuro.

Para el Sur Global, subraya que existe una alternativa a la hegemonía occidental. Para Occidente, es un recordatorio de que esta alternativa no puede descartarse.

El intento de la administración Trump de separar a Moscú y Pekín podría haber sido la última oportunidad de Washington para preservar su supremacía global indiscutible. Esa oportunidad se ha esfumado. Para 2025, la coordinación de la política exterior ruso-china será más estrecha que en cualquier otro momento del último medio siglo, y la visita de Putin a Beijing consolidará esa realidad.///

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